José Prudencio Padilla el “Almirante” en sus 240 Años de nacimiento

Este es un homenaje que surge del Programa de Historia y Patrimonio de la Universidad del Magdalena y de la Vicerectoría de Investigación. Del Área Cultural del Banco de la República Santa Marta y de La Armada Nacional de Colombia para recordar el cumpleaños de héroe caribeño de la Independencia de La Gran Colombia José Prudencio Padilla, el Almirante y cuyo desempeño naval nos muestra lo estratégico del entorno samario; comenzando por El Morro.

Ceremonia en el Claustro San Juan Nepomuceno

©Fotos @agendasamaria

Su historia y el contexto

Los marinos fueron protagonistas de epopeyas dignas de admirar para la época y a ello se le rinde homenaje en la fecha de nacimiento del Almirante Padilla un 19 de marzo hace 140 años. Una ofrenda floral con los colores de la bandera samaria y calle de honor en el Centro Cultural de la Universidad del Magdalena San Juan Nepomuceno, el nombre del buque en el que navegó Padilla.

Oriundo de Camarones en La Guajira muy jóven se alistó a las fuerzas navales, las mismas que en cada cumpleaños de la ciudad desplaza al Buque Escuela Gloria para convertirse en el atractivo especial para locales y visitantes durante las Fiestas del Mar, además de sus bandas y destacamentos militares que participan en el desfile en el cumpleaños de la ciudad cada 29 de julio.Coincide con el cumpleaños de la Armada que es el 24 de julio. El espíritu del Almirante Padilla se refleja en la Escuela naval de Cartagena y por ello lleva su nombre. La marcialidad de sus desfiles nos recuerda la fortaleza del componente naval en las fuerzas militares.

17 de septiembre de 1810

Su injusta condena a muerte y posterior ejecución no se corresponde con la grandeza de sus logros militares y Santa Marta pone su cuota de arrepentimiento de la forma más justa posible que es la revisión histórica con el programa de Historia y Patrimonio y que cuenta con ámplia aceptación principalmente entre los jóvenes.

  • Nuevas generaciones escucharán con otros oídos y percepciones lo que se desarrolló en el encuentro de mundos que no alcanzó a borrar la esencia del entorno. Ese es el reto del talento jóven, conocer la historia de quienes nos antecedieron y cuyas decisiones hoy afrontamos.
  • El rigor marcial emociona principalmente a los niños, acrecienta sus sentidos para vivir el espíritu y sentir la carga de las interpretaciones marciales en los desfiles de una banda muy original como la de la banda de La Armada Nacional con su himno; y el himno del Buque Gloria que recorre el mundo en este 2024 con la imagen de Colombia en una avanzada diplomática que nos posiciona como El País de la belleza.

En ese panorama, la verdadera belleza está en su gente que comienza a conocer quién fue y qué hizo un hombre de mar; tal vez su enseñanza mayor hoy es ejemplo de valor y compromiso con la independencia. Adquieren mayor solemnidad al sentir y acompañar su vivencia: Hoy el peso Geoestratégico en el comercio global y por ende de las políticas de seguridad, nos posiciona como epicentro de una aventura existencial con morfología del territorio que se amplía al concepto maritorio, constantemente asediado por las presiones propias de los territorios frontera.

La percepción local

El nombre Almirante Padilla se inmortaliza en una composición vallenata de Rafaél Escalona que cuenta la historia del buque de la Armada del mismo nombre en tiempos del contrabando y con la historia del Pipe Socarrás; igual forma parte del mito en torno a su nombre y es la cercanía afectiva con el niño héroe que soñaba con las batalla en la mar, su meteórica y exitosa carrera impulsada con las ganas del caribeño que mostró como jugar en las grandes ligas del momento. Y eso, lo sabemos todos en el Caribe.

NOTA

Después de vivir el simbolismo del militar y su conexión con el mar nos dirigimos hacia la cita vespertina que tradicionalmente desde hace 500 años cautiva a todo el que lo observa: el atardecer, el mismo que veía el Almirante y lo encontramos como mejor se puede describir, congelado en una percepción fotográfica de concepción paisajística que integra al observador con lo observado. Un ejercicio de instrospección que conecta y reconcilia al humano con su entorno, tranquilidad como patrimonio intangible con la fuerza del entorno climático una terapeútica sensación del ahora, 500 años conngelados en sucesivos instantes de una sensación de vida diferente ya como sabor propio.

Conclusión

50Años de observación son ya un rito y en la fecha de la celebración de 500 años es bueno desplegar las historias aquí tejidas, las que configuran la compleja identidad colombiana. Su condición de paso como puerto seguro inicialmente como avanzada militar y bodega de pertrechos era la urgencia de la misión colonizadora, cargada de historias de peso que comienzan a develarse con la celebración samaria del quinto centenario en 2025

Del maestro cienaguero Román Ropaín

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