En Magangué vivieron el sentido de la fecha gracias a la iniciativa de Eduardo Butrón, un artista que brilla con el alma de su tierra y ha puesto al río con sus angustias ambientales en primer plano de evidencia cuando el deterioro se combate desde la conciencia del mismo, desde que se denuncia con la fuerza del artista que simplemente mira para que el resto compartamos su mirada, que es la nuestra.
Nos gustaría conocer otra iniciativa similar que represente con igual claridad la comprensión de la influencia del entorno y la vida de la gente.
Las celebraciones dependen de las ganas de la gente que las promueven, son fiestas donde te pones tu mejor vestido y lo que se asoma denota el brillo de tu interior.
Se necesita gente y desde el arte indudablemente la creatividad puede suplir la pompa y el protocolo que las celebraciones oficiales suelen hacer.
excelente trabajo y muy buena la divulgación de AGENDA SAMARIA