Te invitamos a la charla “Del barrio al patrimonio: La cultura del picó en el Caribe”, un espacio para comprender cómo esta tradición sonora ha marcado generaciones, barrios y comunidades, y por qué hoy se reconoce como parte esencial de la memoria cultural.
¿HAY MÚSICA DETRÁS DEL “SONIDO-RUIDO PICOTERO?
¿Sabías que los picós no son solo música a todo volumen, sino también identidad, resistencia y patrimonio del Caribe?
Martes 24 de septiembre
4:00 p.m.
Centro Regional Caribe del ICANH – Calle 17 # 3-72, Centro Histórico de Santa Marta
Invitados:
Jorge Acosta, representante de la Asociación de Píkoteros de Santa Marta.
Juan Carlos Gómez, artista y antropólogo investigador de la cultura del picó en el Caribe.
¡Entrada libre! No te pierdas esta conversación que conecta música, cultura y patrimonio.
NOTA DE REDACCIÓN

La venta de parlantes recargables “baratos” complica y distorsiona, además del sonido el espíritu de la propuesta de considerar estos monstruos vibracionales como patrimonio del caribe. Para ello es necesario limitar su accionar a espacios +amplios y no en calles o casas.
Si cada quinceañera anhela una fiesta con PICÓ, ante el costo de esto, se expandió como pandemia de carácter global la venta de reproductores recargables que compiten por los picos de decibeles y duración de la carga. Desde los molestos Karaotecas que se suben a las busetas hasta los parlantes contaminadores de las vías públicas -la Campo Serrano, principalmente -hasta las ventas de licores y remedos de Zonas Rosa en toda la ciudad producen la mayor densidad de decibeles distorsionados por habitante de ciudad alguna en el caribe colombiano.
El asunto se complica cuando en cada hogar hay más de uno, cada jóven tiene uno, algunos son de excelente calidad en su división de frecuencias y dispersión del sonido, además resistentes a salpicaduras e inmersión en piscinas ríos y playas.
Los sonómetros de las entidades ambientales solo captan picos de volumen y no analizan la calidad con los argumentos expuestos anteriormente. Ahí está el problema de su regulación.
LA CULTURA DE LA ESCUCHA
Como anécdota, llevamos sugiriendo a uno de los distribuidores de estas maravillas acústicas, patrocine una campaña inteligente: Se debe combatir el ruido con sonido de calidad, es la única fórmula efectiva de abordar el problema. Este distribuidor, uno de los mejores que se especializan en ingeniería de sonido adaptada a ambientes únicos (hay uno que dota a los modelos de alta gama de vehículos eléctricos y por ello hay una diferencia notable en el precio con y sin esta marca de sonido incluida de norma en ellos)
LOS PODCAST
No hay mejor experiencia íntima que el papel de la escucha a condición que no se moleste a los demás (la minicontaminación acústica se da cuando tenemos que escuchar conversaciones ajenas; desde discusiones hasta intimidades y principalmente audios de “humor” que en la mayoría de ocasiones solo mueven a los protagonistas y de ello son culpables las adictivas redes. Crearon un rumos planetario que está matando el silencio para escuchar el viento, la lluvia o a los pájaros. Regresemos a quien en su estudio dispone de un reproductor de marca reconocida (tiene que ser original, pocas imitaciones dan la talla) No hablamos de audífonos que sí dan la respuesta correcta, Se trata del sonido que acompaña una película sin ser un Teatro en Casa o barra de sonido. El sonido es una experiencia inmersa que expande el conocimiento y estimula la percepción espacial. Para ello son los artistas ingenieros de sonido y en Santa Marta contamos con dos espacios públicos especializados como son el Teatro Cajamag y el Teatro Santa Marta. A propósito, hace bastante no escuchamos timbres o ring tones que interrumpan obras, algo se ha avanzado en materia de convivencia en la ciudad y gracias a estos espacios.
No sabemos qué tienen qué decir los otorrinos al respecto, pero vemos a mototaxistas y pasajeros usando mensajería de voz en sus caóticos recorridos; hay paraderos de taxis en donde se espera a estos con los portaequipajes ocupados con potentes sistemas de CAR-AUDIO. Sobre esto se deben emprender acciones de control; porque con los sonómetros del DADSA es pura retórica y hay que sumarle que la Policía para auditar en operativos de excesos de ruido debe estar acompañada por autoridades ambientales con sonómetros ¿certificados?